Once años han transcurrido desde aquel sábado 16 octubre de 2010 cuando bajamos la ladera de la Rambla y en el Hort de la Beleta pusimos en práctica la idea que nuestro Maestro Zen, Juan Llorens, nos había propuesto de dibujar en la calle en vivo y en directo.
Encontradas emociones y dudas tuvimos que sujetar, desde el miedo a la duda, pero el experimento nos enganchó a la mayoría de los expedicionarios y allí mismo se bautizó el invento como Cuadernos Viajeros, se acordó repetir cada sábado y crear una página web para compartir los trabajos on-line.
La organización no podía ser más sencilla (y sigue siendo la misma): cada sábado nuestra sede social y el improvisado estudio se establecerían en la calle o rincón que eligiésemos para dibujar, el cual se comunicaría con antelación en el blog recién creado. Y allí nos encontramos cargados con las sillas plegables, mochilas y bolsas portadoras del material que utilizamos para impregnar de vida y color las hojas de nuestros cuadernos, cuyo resultado se publica en la “página” para compartirlo con todos aquellos que se interesan por este tipo de arte callejero.
El movimiento Urban Sketchers, el cual recuperaba el cuaderno de viaje y con su lema “mostrar el mundo dibujo a dibujo” se ha convertido en un fenómeno mundial, apareció dos años antes de comenzar nuestro periplo de dibujantes errantes y fue el modelo en el que nos basamos para poner a prueba nuestra imaginación y creatividad.
Ya son muchos los sábados y jornadas transcurridos desde aquel inicio vanguardista, hemos pasado vivencias muy gratificantes y son numerosísimas y variadas las actividades que se han desarrollado, con las que hemos disfrutado, y disfrutamos, dibujando cosas y casas, gentes y lugares, y transformando los encuentros para dibujar en una actividad social amena y agradable en la que compartimos nuestros trabajos y experiencias y lo pasamos bien haciendo algo que nos gusta. Las quedadas de los sábados, los Encuentros y las jornadas que compartimos con otros colegas de distintos lugares metidos en estos mismos menesteres, son la auténtica razón de ser de Cuadernos Viajeros.
Formamos un grupo muy heterogéneo y dentro de él cada cuadernista actúa con total libertad individual para elegir sus motivos, los medios empleados y su propio estilo para expresar espontáneamente la percepción personal del mundo que nos rodea. Prácticamente actuamos como una escuela de dibujo al aire libre en la que aprendemos unos de otros con una solidaria pedagogía horizontal y vamos descubriendo el proceso mágico de registrar momentos mundanos con dibujos espontáneos hechos de pie o apoyando el bloc en las rodillas, cuyos trazos y manchas pueden atrapar toda la belleza y la poesía que puede proporcionar el dibujo del natural y sólo están condicionados por el modo que más le guste al autor para registrar una parte de su vida en un cuaderno a modo de diario gráfico y no por las formas y modos “académicos”. No hace falta “saber dibujar” para hacer un dibujo urbano, el cual sólo sale mal si no responde a lo que se quiere obtener, no porque una raya esté torcida.
Al celebrar un año más esta efeméride queremos ¡¡¡felicitar!!! a todos los cuadernistas viajeros, a los que han estado y a los que están, por su empeño y esfuerzo en apoyar a este invento creado para pasarlo bien con la práctica del dibujo callejero. Todo el trabajo individual que hacemos cada sábado, cada encuentro, son fragmentos que se van añadiendo a una obra colectiva que nos enriquece a todos.
Animamos a todos los interesados y curiosos en este tema a que prueben, que vengan a alguna quedada: si les gusta pueden integrarse en el grupo y si no, seguir su propio derrotero, nadie pierde nada y tan amigos. Y quien dibuje pero no pueda, o no quiera, acudir a nuestras citas, pero le gustaría compartir su trabajo, puede enviarnos sus dibujos a nuestro correo info@cuadernosviajeros.com y los publicaremos en nuestra página www.cuadernosviajeros.com junto con los nuestros.
Todavía nos queda mucho por hacer. ¡Ánimo!
Fotografía de la celebración del primer aniversario de Cuadernos Viajeros. Octubre de 2011.