Han aparecido dos nuevas publicaciones de divulgación y estudio, que merecen nuestra atención, sobre experiencias exclusivas y personales dentro del fenómeno mundial de masas del urban sketching, que cada vez atrae a mas cuadernistas y dibujantes urbanos.
La esencia de este invento moderno (Urban Sketchers, 2008. Cuadernos Viajeros, 2010) consiste en que los dibujos se realicen directamente del natural, fruto de una observación directa y de una fiel representación, siendo un registro de nuestras vivencias y reflejo de nuestro espacio, tiempo o historia en un lugar y momento determinados de donde vivimos o a donde viajamos. Los dibujantes se ayudan mutuamente, y el trabajo, la información y el disfrute se comparten a través de las redes sociales.
Actualmente, otros planteamientos que vienen de más antiguo, como es el del cuaderno de viaje, el libro de artista, o el diario íntimo enfocado desde un punto de vista gráfico, se yuxtaponen, se interpenetran e incluso se confunden.
Desde nuestro punto de vista, el enriquecimiento que se obtiene con el conocimiento de distintas experiencias y la contemplación de los trabajos que se comparten, no debe hacernos olvidar que, ante todo, se trata de una manifestación plástica enteramente personal, fresca y espontánea, con la que captamos fragmentos fugaces de nuestra existencia que existirán para siempre porque ha sido nuestra voluntad lúcida registrarlos. Cuando hacemos urban sketching hay que mantenerse alejados de normativas estilísticas y ejecuciones académicas y experimentar con total libertad con técnicas y expresiones. De estos libros podemos obtener bases para hacerlo.
Ejem, ejem. Mirad qué cosa más bonita que dice Sergi Cámara en su libro «Sketching» (Editorial Parramón, 2016): «El sketching es un arte caligráfico; eso significa que la intención de todo dibujante de cuadernos es tratar de ser lo más personal posible en el momento de realizar sus dibujos, y que estos, en muchas ocasiones, obedecen más a esa necesidad propia e íntima que no a la de realizar «un trabajo» sometido a las presiones de fechas de entrega o gustos diversos de determinados clientes. El sketching, por lo tanto, es la propia letra de cada artista formando un conjunto armónico de estructuras gráficas.» ¡Ánimo!