Ayer, en el transcurso de la reunión que Cuadernos Viajeros había convocado en el Adarve, rendimos un sincero homenaje a nuestro querido amigo Alfonso, que no hace ni una raya en las quedadas, pero que no se pierde ninguna acompañando siempre a Guille, está siempre dispuesto a colaborar en lo que haga falta y acumula un extraordinario fondo gráfico de la mismas.
Es un privilegio para nuestro grupo contar con personas con la humanidad de Alfonso y Guillermina, y esperamos que la estancia de ambos en el Curso de Pintura de Albarracín, el próximo julio, sea grata y provechosa. Un premio más que merecido. Gracias a vosotros.