El segundo día del Curso ha transcurrido según el programa, con un tiempo magnífico solamente estorbado por las ráfagas de viento en las horas de más calor.
La conferencia de la profesora Paloma Peláez ha sido por la mañana. Una clase magistral, casi una presentación de una tesis doctoral: Paisajes desde el paisaje pictórico, tipologías de su representación. Una multitud de imágenes y citas, con unas explicaciones claras, didácticas y apasionadas, de las que destacamos la constatación de la vuelta en el arte pictórico al contacto directo con la Naturaleza. Escuelas en California, Nueva York, Canadá, Italia, Japón, Israel… a la cabeza de las cuales se encuentran grandes artistas reconocidos que cargan sus caballetes y salen a la calle, a la montaña, al campo y realizan sus obras a la intemperie, y en muchas ocasiones, organizan cursos a los que asisten numerosos alumnos.
La profesora Paloma nos mostró el método de trabajo de estos artistas y se congratulaba de que era el mismo que seguía la Facultad de Bellas de Artes de Madrid, heredera orgullosa de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Y los Cuadernistas Viajeros que estábamos presentes nos sentimos aludidos y nos hizo apreciar lo que estamos haciendo, el camino que estamos siguiendo, que es el de la tendencia actual, aunque todavía no seamos plenamente conscientes de las posibilidades que se abren ante nosotros. La Naturaleza es la esencia y el paisaje pictórico su expresión.
Quizás las manifestaciones de Urban Sketchers, Cuadernos Viajeros… sean demasiado recientes y todavía quedan alejadas del ámbito académico y hasta es posible que aún se interpone el concepto del marco y la obra genial, pero todo llegará.
Después de la conferencia comenzamos con las tablillas, a las que dedicamos el resto del día, hasta que nos dimos el homenaje vespertino de la cervecita en la Plaza.
¡Dios mío qué cruz! ¿Dónde venderán el odio a sacos? ¡Grrrrrrrr…!