Albarracín. Tercera jornada, 11 de julio

Hoy el día ha transcurrido con una intensa lucha contra el trabajo y el viento en pos de conseguir que los profesores aprobaran las tablillas y poder pasar a manchar los lienzos. Día intenso que ha obtenido su recompensa con la conferencia que Lourdes Castro nos ha regalado al término de la jornada.

Para nosotros los cuadernistas, la charla, mejor que conferencia, ha sido especialmente emotiva. Lourdes hizo el otoño pasado un viaje de tres meses en el que recorrió, prácticamente, toda la China con una mochila y sus cuadernos de viaje.

Con una exposición muy amena y cercana, durante la que podíamos preguntar, nos ha ido mostrando y explicando el itinerario del viaje con una impresionante muestra de magníficas fotografías, partiendo y volviendo a Pekín. Pero lo que más nos ha impresionado son sus apuntes y dibujos, obtenidos en calles y jardines, rodeada de una nube de ruidosos chinos, y en las zonas subtropicales, en las plantaciones de té verde, o en las soledades gélidas de las mesetas pretibetanas o del vacío desierto de Gobi.

Desde la exhuberante capital china, llena de rótulos de neon rojo, hasta la frontera con Mongolia obligada a pernoctar en tiendas de campaña en una ciudad desparecida en un terremoto hace dos años, los medios empleados para viajar, las disponibilidades de comida, higiene y alojamiento, muy duras en muchas ocasiones, fueron dificultades asumidas, y el resultado es un bagaje riquísimo en vivencia personal y existencial, todo ello reflejado en unos extraordinarios cuadernos de viaje, esquematizados y muy personales, que en el próximo tiempo le permitirán volcarlo en lienzos y mostrar toda esa experiencia con su expresión artística.

Uno que tiene su corazoncito no ha podido menos que sentir una honda emoción ante el ejemplo que Lourdes nos ha dado, por la cercanía que tenemos en esos planteamientos. Claro que una cosa es tener voluntad y otra tener también la fuerza necesaria.

¡Enhorabuena, Lourdes! Todo un placer recibir tus enseñanzas.