Del 13 al 31 de enero, en la sala de exposiciones rectorado y consejo social de la Universidad Miguel Hernández, podemos encontrar la exposición «Comunicació» de Juan Llorens. Podéis descargar el catálogo pulsando sobre la imagen.
Encuentro
Enlaces interesantes
Prensa digital
- abril 2025
- marzo 2025
- febrero 2025
- enero 2025
- diciembre 2024
- noviembre 2024
- octubre 2024
- septiembre 2024
- agosto 2024
- julio 2024
- junio 2024
- mayo 2024
- abril 2024
- marzo 2024
- febrero 2024
- enero 2024
- diciembre 2023
- noviembre 2023
- octubre 2023
- septiembre 2023
- agosto 2023
- julio 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- abril 2023
- marzo 2023
- febrero 2023
- enero 2023
- diciembre 2022
- noviembre 2022
- octubre 2022
- septiembre 2022
- agosto 2022
- julio 2022
- junio 2022
- mayo 2022
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- julio 2020
- junio 2020
- mayo 2020
- abril 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- enero 2020
- diciembre 2019
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- julio 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- enero 2017
- diciembre 2016
- noviembre 2016
- octubre 2016
- septiembre 2016
- agosto 2016
- julio 2016
- junio 2016
- mayo 2016
- abril 2016
- marzo 2016
- febrero 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- julio 2015
- junio 2015
- mayo 2015
- abril 2015
- marzo 2015
- febrero 2015
- enero 2015
- diciembre 2014
- noviembre 2014
- octubre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- julio 2014
- junio 2014
- mayo 2014
- abril 2014
- marzo 2014
- febrero 2014
- enero 2014
- diciembre 2013
- noviembre 2013
- octubre 2013
- septiembre 2013
- agosto 2013
- julio 2013
- junio 2013
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- febrero 2013
- enero 2013
- diciembre 2012
- noviembre 2012
- octubre 2012
- septiembre 2012
- agosto 2012
- julio 2012
- junio 2012
- mayo 2012
- abril 2012
- marzo 2012
- febrero 2012
- enero 2012
- diciembre 2011
- noviembre 2011
- octubre 2011
- septiembre 2011
- julio 2011
- junio 2011
- mayo 2011
- abril 2011
- marzo 2011
- febrero 2011
- enero 2011
- diciembre 2010
- noviembre 2010
Es un honor ir a una exposición , pero lo bonito es conocer al artista . el catalogo es muy expresivo y dice mucho de ti. tiene fondo y se puede leer entre lineas.
JUAN un abrazo
Maestro, un día nos tienes que contar qué pasa por la mente del artista cuando llega el momento de exponer la obra, cuando enseña a la gente lo que ha creado en su mas apartada soledad en el estudio, lo que ha parido dejándose los hígados entremezclados en las lineas y los colores. Claro, no estamos hablando del que trabaja sólo para vender la estética, sino del que investiga y pretende transmitir con lenguajes nuevos. En este catálogo enseñas todo de tí. Cuando veamos la exposición, será la leche. Eso sí, la conversación la tendremos con unas cervecitas y calamares. Y ese día que le den al régimen.
Ejem, ejem. Estos días atrás me trajeron a Alba y nos quedamos solos. Cogiditos de la mano fuimos primero a la leja donde esperaba la pintura de dedos y después a la única pared del estudio que , inexplicablemente para las visitas, permanecía libre de cuadros y muebles. Ni que decir tiene, primero habíamos inaugurado la pared con lápices y ceras, que más bien rebotaban sobre el gotelé. Había llegado el momento de experimentar el poder de la pintura. Abriríamos el tarro rojo. Y mojaríamos con un pincel de pelo de cerda…Pero aquello no obedecía del todo. La magia se desató cuando metió el dedito índice en too el cuajo y lo restregó sobre la pared. Los ojos le aumentaron de tamaño…el corazoncito pistoneaba…y con el dedito decía cada vez más cosas. Oh, el inconsiente. Y qué lástima que no hubiese sido verano. A la mañana siguiente, al levantarme, compruebo con estupor que las sábanas estaban manchadas » de sangre». ¡? ¡Dios mío! Me repasé todos los agujeros del cuerpo y nada. Pero el pecho se me salía. Incluso llegué a pensar que me estaba resquebrajando vivo, por chulo, por no ponerme cremas hidratantes para dormir. De pronto vino a mi cabeza la «pintura de dedos » y fue maravilloso. Ahora, a ver cómo cuento yo tanta felicidad para que me entiendan. La pintura no se puede explicar, queridos amigos. Ni con calamares.